Se disputó la segunda etapa del Campeonato Nacional de Rally “Trofeo Gustavo Trelles” y la quinta del Rally FIA Codasur, el XXVI Rally del Atlántico “Ricardo Gorbarán” y cuando el binomio Rodrigo Zeballos-Sebastián Dotta con el Peugeot 208 Maxi Rally tenían el triunfo prácticamente al alcance de la mano, una roca les dijo que nuevamente esta carrera no podía ser para ellos.
Una verdadera lástima porque habían marcado buenos registros en la primera pasada, donde estuvieron muy cerca de los tiempos de la R5, pero al ver que era imposible alcanzarlos, decidieron para el segundo rulo tomárselo con calma al estar primeros y con una amplia ventaja con su rival en la RC2N.
Lamentablemente una piedra enorme que estaba al costado del camino le pegó arrancando rueda entera, maza y amortiguador. En un gran esfuerzo llegaron hasta el Parque Cerrado, pero en el reglamento dice que debe el auto finalizar con las cuatro ruedas.
Por este motivo en el box del equipo Zeballos Rally Team había una gran amargura porque se les había escapado el triunfo, cuando faltaban dos kilómetros para finalizar el último tramo, dentro de la RC2N, un buen lugar en la RC2 Codasur y fundamentalmente el de lograr el Trofeo “Ricardo Gorbarán” que se lo lleva en forma definitiva aquella tripulación uruguaya mejor clasificada en tres ediciones.
“La verdad que el Rally del Atlántico se nos viene complicando todos los años por un motivo u otro”, comenzaba diciendo un Rodrigo Zeballos amargado.
Después agregaba “Habíamos tenido un fin de semana increíble, con cero problemas en el auto, con un buen ritmo, sin tocar un borde. Es cierto que pinchamos en cuatro veces, pero eso les sucedió a todos debido a que había mucha, pero mucha piedra. Salimos en el último rulo con la mente puesta en llegar, a tener un ritmo tranquilo, esquivando las piedras, pero a dos kilómetros del final, en una curva a la derecha lenta, en un borde le pegué a una roca tipo un muro, muy grande, arrancándome la rueda, la maza, el amortiguador todo limpito. Pudimos llegar a la Asistencia, pero al arribar en tres ruedas -no teníamos ni la llanta- fue motivo que nos excluyeran. Hemos perdido todo lo muy bueno que hicimos durante el fin de semana. Estoy muy amargado por esto que nos sucedió. Veníamos muy bien, con mucha ventaja con respecto al segundo en el torneo Nacional, pero nos sucede esto. En caliente todo se complica porque la amargura supera a todo lo demás. Lo que nos queda es felicitar al equipo que ha hecho un gran trabajo en el auto, pero nos pasó de encontrarnos esa piedra y arruinar todo lo muy bueno que habíamos realizado. Habrá que dejar que pase el tiempo y analizar con mayor claridad”.
Es difícil digerir estos malos momentos más cuando estuvo muy cerca el triunfo, pero también es cierto que la carrera que habían realizado hasta ese momento era muy buena. Sabemos de la fortaleza tanto de la tripulación como del equipo y se saldrá adelante a pesar de la amargura lógica.
Oficialmente, Guzmán Rivero y Francisco Vita fueron los ganadores del Trofeo Ricardo Gorbarán por tercera vez consecutiva. El mismo ya quedará en sus manos, definitivamente.