Este mes quedará en el recuerdo del ajedrez uruguayo como otro año más en el que los máximos exponentes del ámbito latino y norteamericano se movilizaron hasta nuestro país para disputar un nuevo Continental de Ajedrez de las Américas.
En este nuevo desafío para la Federación Uruguaya de Ajedrez se dieron cita más de 160 ajedrecistas de 12 países del continente, desde Canadá hasta Uruguay, desde Argentina hasta Estados Unidos.
¿El objetivo? Al igual que en 2015, cuando el Continental también se jugó en Uruguay, lo principal era coronarse como los mejores de América pero también buscar uno de los cuatro lugares que había disponibles para acceder a la Copa del Mundo de la FIDE.
Decenas de Grandes Maestros, Maestros Internacionales y otros tantos jugadores con títulos de la FIDE estuvieron presentes en la excelente sala de juego del Hotel Regency Way pero había dos que, por antecedentes y presente, quizás estaban más en el radar del aficionado.
Hablamos por un lado del GM Samuel Shankland, que venía de ganar el Campeonato de Estados Unidos por encima de jugadores como el GM Fabiano Caruana y después el grupo de elite del Memorial Capablanca.
Y también nos referimos al GM Jorge Cori, multipremiado a pesar de su corta edad y el ajedrecista latinoamericano mejor ubicado en el ranking internacional (actualmente se encuentra en el lugar 86).
Esto no significa en ninguna medida menospreciar el excelente nivel de ajedrecistas que también compitieron en Montevideo. GM Jeffery Xiong, GM Sandro Mareco, GM Emilio Córdova, GM Diego Flores, GM Neuris Delgado y GM Cristhian Cruz son otros de los tantos excelsos competidores que llenaron del mejor ajedrez del mundo a la capital uruguaya.
Lo que en los papeles parecía lo más evidente fue lo que se terminó dando: el GM Samuel Shankland conquistó el título de campeón continental y fue el primero en conseguir su pase a la Copa del Mundo, en la que ya ha competido en varias ocasiones.
Con una actuación invicta verdaderamente imponente de 9/11, Shankland ganó nada más ni nada menos que su tercer torneo de alto nivel de forma consecutiva.
Con este nuevo logro el norteamericano ascendió temporalmente al puesto 27 del mundo, algo que deberá confirmarse en el listado de Elo de julio de la FIDE pero que seguramente lo tendrá ya más cerca del top 20 mundial.
El segundo jugador en acceder a la Copa del Mundo fue el GM Diego Flores, de Argentina, que consiguió 8.5/11, a partir de 7 victorias, tres empates y una sola caída, precisamente ante el norteamericano.
El destino quiso que la tercera posición quedara empatada por 7 jugadores, por lo que de acuerdo a lo que marcaba el reglamento, se debían jugar partidas rápidas entre todos ellos para determinar quiénes serían los otros dos que irían a la Copa del Mundo.
Fue así entonces que los GM Sandro Mareco, Jorge Cori, Robert Hungaski y Emilio Córdova, y los IM Pablo Salinas, Brian Escalante y Kevin Cori jugaron un todos contra todos en partidas de 15+10 para definir los últimos dos cupos.
Tras 7 horas de juego el ganador fue Jorge Cori, que se quedó con la tercera plaza a la Copa, y el vicecampeonato del desempate le correspondió a Emilio Córdova, y así se completaron los cuatro lugares.