Dos de las esperanzas del atletismo uruguayo en los Juegos Olímpicos de Tokio concluyeron la participación.
Emiliano Lasa quedó apenas a 1 centímetro de repetir su formidable actuación de Río 2016 -cuando estuvo entre los finalistas del salto en largo- mientras que el recorrido de Déborah Rodríguez concluyó en las semifinales femeninas de los 800 metros.
El panorama en los 800 cambió radicalmente en esta ronda, con el empuje de una generación de prodigios juveniles como al británica Keely Hodgkinson y la estadounidense Athing Hu. Esta lideró la ronda de semis con su performance de 1m58s07.
Hodgkinson se adjudicó la tercera semi con 1m59s12, mientras allí Déborah ocupó el 7° puesto con 2m.01s.76, ya sin posibilidad de acceder a la ronda decisiva. Otra de las que se quedó afuera de la final -al terminar cuarta en esa misma semifinal- fue la cubana Rose Mary Almanza, líder de la lista internacional 2021: su marca de 1m59s65 no fue suficiente. Y tampoco llegan a la final algunas de las favoritas como la campeona mundial Halimah Nakaayi (Uganda) y la estadounidense Ajee Wilson.
El salto en largo también tuvo algunos pasajes dramáticos, ya que el jamaiquino Tajay Gayle, campeón del mundo en Doha 2019, sufrió una lesión en su tentativa inicial, que requirió atención médica. Sin embargo, retornó al saltómetro y consiguió una marca de 8.14 en el tercer intento, que le permitió su pase a la final.
Emiliano Lasa terminó con 7.95 metros, a sólo 1 cm. de la marca que tres competidores consiguieron para instalarse entre los doce finalistas. El uruguayo había comenzado con 7.85, para subir diez centímetros en el segundo salto. En el tercero y último, sus 7.78 ya no le alcanzaron.