La Federación Uruguaya de Judo está haciendo los últimos ajustes al protocolo sanitario que será entregado esta semana a la Secretaría Nacional del Deporte (SND).
El mencionado protocolo tiene aspectos que fueron sacados del que hizo la Federación Internacional de Judo y lo mismo realizaron otras federaciones de América del Sur.
Mientras tanto, Pablo y Mikael Aprahamian siguen entrenando en el marco del proceso de clasificación olímpica, en forma individual en sus domicilios y aguardando novedades de la actividad internacional de torneos puntuables que está postergada.
En la interna del judo uruguayo, hay plena conciencia que la flexibilidad de dicho deporte, ante la emergencia sanitaria, será uno de los últimos de la larga lista en poder competir, por ser una disciplina deportiva de contacto. Pero, ante este panorama, hay optimismo que se pueda comenzar a entrenar en forma individual y con medidas sanitarias, ya que los clubes, actualmente, están cerrados.
Lo más complejo, cuando se pueda competir, será reprogramar la actividad nacional, ya que en cada campeonato concurren aproximadamente 600 personas, entre familiares y deportistas.
Otra actividad de la Federación Uruguaya de Judo, que quedó sin actividad, está vinculada a un proceso de selecciones nacionales a cargo de profesores cubanos radicados en Uruguay (foto), que estaban trabajando con un grupo de deportistas preseleccionados y con miras de futuro.