Un fin de semana con pilotos uruguayos a gran nivel en el siempre complejo automovilismo de la República Argentina.
Los cinco pilotos que compitieron en el vecino país lo hicieron a gran altura, en categorías de alta competitividad y en todo momento tuvieron roles protagónicos más allá de que en las carreras que formaron parte, no logaron llegar al podio.
Por tratarse de la especialidad más popular del automovilismo argentino y porque estaba necesitando un buen resultado, todas las miradas se posaron en el piloto Mauricio Lambiris quien a bordo del Ford que le prepara el equipo del “Gurí” Martínez, necesitaba puntos para poder meterse o al menos, mirar con buenas expectativas el ingreso a los play off del popular Turismo Carretera (TC).
La octava fecha del TC disputada en el autódromo de Posadas, Misiones, mostró a Mauricio Lambiris volviendo a un papel protagónico aunque sin poder cerrar un gran domingo con aspiraciones de podio.
Tras dominar los entrenamientos preliminares, una vez más no pudo ratificarlo en la clasificación quedando en el lugar 11. Tras las series clasificatorias del domingo de mañana, el uruguayo se colocó décimo en la grilla de partida de la final y desde allí al menos pudo culminar un domingo entre los 10 mejores al conseguir el noveno lugar final.
Los puntos obtenidos el domingo de mañana en la serie llegando en cuarto lugar y el noveno en la final, le permitieron sumar puntos de enorme valor para poder mirar con más entusiasmo el ingreso a los play off. A falta de dos carreras para cerrarse la etapa regular, Mauricio Lambiris se ubica en el 14º. lugar con 165,5 unidades. Solamente los 12 mejores pilotos de la etapa regular ingresan a los play off y en ese sentido, el piloto de Montevideo necesita al menos 25 puntos más en las dos etapas que restan para ingresar en los play off y luego ir en busca de la gran Copa de Oro que coronará al campeón 2019 del TC.
Mientras tanto, el equipo trabaja duro para poder estrenar el nuevo Ford antes de que finalice la etapa regular con la esperanza de que el nuevo auto signifique un paso adelante en el rendimiento técnico que Mauricio Lambiris está necesitando para poder luchar por el podio, como lo ha hecho en las últimas tres temporadas del TC donde incluso llegó su primera victoria (Rafaela, Santa Fe, 2018).
Por su parte, con dos carreras consecutivas dentro de los mejores de la máxima categoría, el equipo uruguayo de rally conformado por Rodrigo Zeballos/Sebastián Dotta (Peugeot 208 MR) realizó una gran competencia en el marco de una nueva fecha del Campeonato Argentino de Rally. Con sede en Goya, Corrientes, completaron otra gran carrera arribando quintos en la clasificación General y del mismo modo en su categoría, la R2 que es a su vez, la máxima categoría del certamen rutero de Argentina.
Venían de una carrera notable en Chubut –donde se toparon por primera vez con la nieve y el hielo- y ahora en una superficie también atípica (arenosa) salieron adelante y con un buen resultado final.
Con dos carreras consecutivas completando todo el recorrido y a buen ritmo, está claro que el Zeballos Rally logró una confiabilidad en el auto de carrera que le permite a los uruguayos ex Campeones Sudamericanos demostrar toda su capacidad, esa que los ha distinguido en lo local y en lo internacional.
Mientras tanto, en su tercera presentación en el TC2000, esta vez en la competencia disputada en el autódromo de San Nicolás (provincia de Buenos Aires), apareció en toda su dimensión el Campeón Nacional de Superturismo 2018 Rodrigo Aramendía. A bordo del Peugeot 408 del equipo DTA, más allá de la remontada y con ello una muy buena posición final –séptimo-, lo principal para Aramendía fue demostrar que está a la altura de las circunstancias en una categoría donde tomarle el pulso a los autos –muy rápidos- no es sencillo. Se posicionó entre los tres mejores en los entrenamientos dando un salto de calidad enorme que luego no pudo plasmar en la clasificación. En la carrera corta (sprint) venía luchando por la victoria. Pero hubo toque, rotura de dirección y al fondo. En la final volvió a ponerse a tono con gran escalada, gran ritmo, conducción fina y llevar el auto a la séptima posición final. Muy bueno.
A su vez, la quinta fecha del Turismo Pista Clase 2 se disputó en el autódromo de San Nicolás, provincia de Buenos Aires. A la campaña que este año viene realizando en esa especialidad Felipe Dogliani (Chevrolet Corsa), se sumó ahora Diego Miqueiro (Chevrolet Celta).
Para Felipe Dogliani, la competencia revestía mucha importancia pues venía de un domingo notable bajo el agua en Paraná que no pudo cristalizar en el resultado final. Y la verdad es que todo se complicó. Una persistente falla eléctrica en el motor lo dejó tirado el viernes sin poder entrenar y sin poder disputar la primera clasificación en condiciones. La falla hizo de las suyas nuevamente en la segunda clasificación donde lisa y llanamente, el motor enmudeció. El equipo trabajó duro para poder descifrar el problema y por fin, lo descubrieron. Pero claro, Felipe Dogliani tuvo que salir a disputar la final desde el último lugar entre 36 pilotos. Una vez más el potencial quedó de manifiesto. Pasó y pasó y rivales, estaba para colocarse entre los 10 mejores pero en una maniobra de sobrepaso se tocó con un rival y se pinchó una goma. Entró a boxes, cambió el neumático y volvió a pista para finalizar en el lugar 24. La bronca por la mala suerte que le acompaña en su año estreno en la categoría es mayor cuando al ver el resultado final, el rival con el que se tocó –maniobra de carrera- y pinchó neumático, finalizó quinto.
Por su parte, el debut de Diego Miqueiro estuvo rodeado de muchos problemas en especial, porque tuvo que lidiar para tratar de poder tener un auto medianamente rápido. El Chevrolet Celta estaba sin desarrollo, parado desde hace varios meses. Su talento técnico hizo maravillas para ponerse al menos entre los 20 mejores y su jerarquía conductiva lo llevaba a un buen estreno pero debió abandonar en la final.
No obstante ello, dejó en evidencia que bajo el mismo equipo de Felipe Dogliani –Di bella Sport- ambos pueden complementarse muy bien y lograr muy buenos resultados.
Claro que, en el caso de Felipe Dogliani, se necesita también una pequeña dosis de fortuna que hasta ahora ha sido su principal enemiga.